Astrología

La astrología es una ciencia que, bajo la premisa de que los astros ejercen una influencia en la naturaleza basada en la posición que ocupan en un momento concreto, estudia sus energías y la manera en la que se correlacionan. Aunque no se centra exclusivamente en el ser humano, sí es cierto que, al menos actualmente, esta ciencia ha adquirido un claro tono psicológico, al investigar principalmente la manera en que la posición de los astros afecta a la personalidad. El método que se sigue a este respecto es la confección e interpretación de la carta astral, un diagrama que representa el aspecto del cielo en el momento y lugar del nacimiento, mostrando los astros, los signos zodiacales, las casas astrológicas y las distancias entre los planetas, lo cual recibe el nombre de “aspectos”. La carta astral también se usa para estudiar ciudades, países, empresas, etc.

Los astros del Sistema Solar reciben el nombre de planetas, y los más importantes son el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, a los que en nuestra época se han añadido Urano, Neptuno y Plutón, así como algunos asteroides como Lilith y otros planetas enanos como Ceres, si bien estos últimos no se consideran tan importantes como los anteriores. Obsérvese que al Sol y a la Luna también se les llama “planetas”, y que no se incluye la Tierra, pues es el planeta central, desde el que se observa el cielo y donde recibimos las influencias del resto.

Los signos zodiacales son Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. No se basan en las constelaciones del mismo nombre, sino en la división en doce sectores iguales, de 30 grados cada uno, de la Eclíptica, que es una línea curva imaginaria en el cielo por donde pasa el Sol visto desde la Tierra. Las energías de los planetas reciben un carácter específico dependiendo del sector zodiacal en que se encuentren.

Las casas astrales son doce, y se nombran con números romanos, desde I hasta XII, y su significado está relacionado con cada uno de los signos zodiacales, aunque sus sectores no tienen por qué coincidir. Se obtienen de la división del espacio angular comprendido entre cuatro puntos que coinciden aproximadamente con los cardinales, y al contrario que los sectores zodiacales, no son todos iguales y existen distintos sistemas para calcularlos. Mientras que los signos zodiacales dan un tono general a la energía de los planetas que se sitúan en su sector, las casas dan un tono más concreto.

Nosotros vamos a centrarnos exclusivamente en los planetas y en los signos y sus características, ya que son a ellos principalmente a los que vamos a hacer referencia cuando abordemos el análisis de los Arcanos del tarot.

Planetas

Los planetas más importantes son diez, y cada cual se representa mediante un símbolo. Estos se descomponen en símbolos primarios, como rayas, círculos, curvas, etc., cada uno de las cuales guarda un significado por sí mismo, dando la suma de ellos el sentido general asociado al planeta.

simbolos

simbolos-planetarios

  • Sol: desarrollo del espíritu desde su inicio hasta el infinito.
  • Luna: el inconsciente, los sentimientos y la imaginación, receptividad máxima.
  • Mercurio: predominio de la mente abstracta sobre el espíritu, y de este sobre la materia.
  • Venus: lo espiritual domina sobre lo material, amor sensual.
  • Marte: espíritu orientado a la acción.
  • Júpiter: los sentimientos sobre lo material.
  • Saturno: predominio de lo material sobre los sentimientos y el intelecto.
  • Urano: sentimientos e intelecto equilibrados por lo material, y todo ello predomina sobre la voluntad.
  • Neptuno: la mente abstracta, con base en la realidad y orientada a la acción, se proyecta hacia regiones más elevadas.
  • Plutón: lo espiritual domina sobre la mente abstracta que se basa en el mundo material.

Existen varias clasificaciones que pueden ayudar a comprender mejor el tipo de energía de los distintos planetas.

En primer lugar pueden ser eléctricos/positivos o magnéticos/negativos. Los eléctricos se expanden y emiten, los magnéticos captan y atraen. También los hay variables o neutros, que pueden adoptar características de ambos, pero por lo general tienden a ser eléctricos.

También pueden ser armónicos o inarmónicos. Los armónicos son de fuerza equilibradora y proveen de experiencias agradables, mientras que los inarmónicos generan desequilibrio y experiencias difíciles. Un armónico puede convertirse en inarmónico y viceversa dependiendo de su posición en el horóscopo; la clasificación inicial marca su tendencia.

Otras clasificaciones son fértiles/estériles (relacionados con los embarazos), artísticos, deportivos, intelectuales, religiosos, de trabajo físico y alegres/tristes.

Sol eléctrico inclinación armónica algo fértil artístico deportivo trabajo físico alegre
Luna magnético inclinación inarm. fértil artístico religioso triste
Mercurio neutro neutro algo fértil intelectual
Venus magnético armónico menor fértil artístico alegre
Marte eléctrico inarmónico menor estéril deportivo trabajo físico
Júpiter eléctrico armónico mayor fértil deportivo alegre
Saturno magnético inarmónico mayor estéril intelectual trabajo físico triste
Urano neutro neutro algo fértil intelectual
Neptuno magnético neutro algo fértil artístico religioso triste
Plutón eléctrico neutro fértil trabajo físico triste

Veámoslos ahora cada uno por separado con más detalle.

El Sol puede designarse con la palabra clave individualidad. Acentúa las cualidades del signo en el que se encuentra. Es el centro del Sistema Solar, y por tanto está relacionado con el corazón, la esencia interna, la conciencia y la voluntad. También tiene que ver con el manejo del poder y representa a la figura de máxima autoridad, pudiendo mostrarse a este respecto y en relación con lo social en un continuo que va desde la humildad a la soberbia. También señala a un ser con el impulso de obrar y crear.

La Luna es un planeta de energía femenina, que tiene que ver con los sentimientos y la maternidad. Marca la personalidad, la manera en que nos perciben los demás, y también tiene que ver con los instintos. Debido a que su periodo de traslación es el más breve y recorre con rapidez los doce signos, es fuente de inestabilidad emocional. Otras esferas de influencia son el hogar y la familia, los sueños y la imaginación, y las necesidades afectivas. En su vertiente negativa puede dar lugar a que usemos el chantaje emocional con el fin de que los demás solucionen nuestros problemas, crearnos apegos que nos lleven a engaño, y provocarnos una debilidad interna que nos haga fáciles de manipular sentimentalmente. Mientras que el Sol marca la esencia verdadera de las cosas, en la Luna todo es ilusorio, predomina la forma.

Mercurio es el planeta del intelecto y todas sus manifestaciones: el lenguaje, la comunicación, el aprendizaje, las ciencias, la racionalidad, la lógica, la invención, etc. También se relaciona con el comercio y la economía. La influencia que ejerce este planeta crea una inclinación por lo teórico en detrimento de lo práctico, y nos hace buscar la verdad por encima de todo, haciéndonos dudar continuamente y convirtiéndonos en escépticos. El pensar tanto las cosas nos puede llevar a la indecisión. Otros aspectos negativos son la imitación, la charlatanería y el oportunismo. No hay que olvidar que Mercurio es también el patrón de ladrones y estafadores, y de todos aquellos ágiles con la palabra, como los vendedores, oradores, etc.

Venus es el planeta del amor, y como tal, también del matrimonio, la seducción, los placeres y la belleza, expresada mediante el arte. Esto conlleva el defecto de dejarse llevar demasiado por la atracción sexual, dejando de lado lo racional, y ser demasiado superficial. Pero también proporciona alegría y felicidad a través del disfrute. Afemina lo masculino, otorgándole amabilidad, dulzura y sentido estético. Su sentido de la belleza tiene que ver con la armonía; pero también puede usar esta para atraer a las personas con fines que no tienen que ver con el amor. Otras veces provoca problemas como desengaños amorosos y celos. Por medio del placer también se puede llegar al vicio y los excesos.

Marte es el planeta de la acción, de la energía en movimiento. Está relacionado con la violencia y los accidentes, la capacidad de lucha, las rivalidades y las enemistades. La persona influenciada por él es firme y espontánea, lo cual favorece su capacidad de liderazgo, siendo además valiente y heroica. La parte negativa se refleja en el derroche de energía descontrolada, que lleva a la tiranía, la agresividad, a dejarse controlar por las pasiones y ser demasiado severo; no obstante, esta energía se puede canalizar a través del deporte y los trabajos relacionados con la acción y la autoridad, como el de policía o militar. Domina también todo lo relacionado con el hierro (como las armas), y por el arrojo y la confianza en sí mismo que transmite, hace que las personas sean emprendedoras. Como mayores riesgos están el adoptar una mentalidad enfocada a la lucha por la supervivencia animal que puede conducir a la criminalidad, la crueldad y la destrucción. Al igual que se considera a Venus el planeta de la feminidad, este lo es de la masculinidad.

Júpiter es el planeta de la extroversión, la buena fortuna, el éxito y el desarrollo, y sus dos temas principales son la abundancia y lo social. Con respecto a la abundancia, puede ser material (riquezas) o espiritual (generosidad y filantropía), pero tiene su reverso inarmónico en la exageración y el derroche. Las personas bajo su influencia tienden al respeto de las normas sociales, pero esto tiene dos caras: pueden integrarse socialmente con equilibrio y ser admirados por su personalidad e ideales humanitarios, o bien caer en lo vano y lo rimbombante, viviendo en un ambiente social superfluo; en cualquier caso, gozan de buena presencia, la cual pueden usar como fachada para deslumbrar a los demás o siendo realmente bondadosas, sociables y poderosas. De la raíz latina de su nombre proviene la palabra “jovial”, que describe a una persona al mismo tiempo alegre y apacible; además, proporciona una gran vitalidad que puede emplearse en el deporte o en vanas diversiones. Comparte con el Sol el rasgo de sociabilidad, pero este último es más auténtico y no se atiene tanto a las normas sociales. En cualquier caso, lo social es mucho más importante en Júpiter, pues la actividad social marca su carácter: con frecuencia busca actividades con claro tinte social, como la dirección de empresas, la política o el mundo del espectáculo. También tiene que ver con la ley y el equilibrio.

Saturno es el planeta de la voluntad. Está muy relacionado con el tiempo y todo lo que tiene que ver con él: vejez, experiencia, sabiduría, paciencia, etc., aunque también su parte negativa: la maldad, la mezquindad, el pesimismo, etc. Tiene marcado tono inarmónico, y por eso suele representar obstáculos, puntos vulnerables y baja vitalidad, aunque también la profundidad de espíritu, que va a acompañada muchas veces de soledad. Tiene mucho que ver con el plano material, la ruina, la burocracia; pero dentro de esa misma esfera también se encuentra la responsabilidad, el ahorro, la prudencia y el realismo. Su importancia en lo material, junto con su gran autodisciplina, también se ve en su relación con el trabajo físico, como la agricultura o la albañilería; los que requieren gran dedicación, como la contabilidad y dirección de empresas; y los que requieren gran concentración mental y están orientados al pasado, como las matemáticas o la historia. Se relaciona también con las enfermedades y la muerte. En general, rige las pruebas materiales y la voluntad para superarlas.

Urano es el planeta de la intuición y los cambios bruscos. Se relaciona con lo novedoso y lo original, y por tanto está orientado hacia el futuro; de hecho, típicas de este planeta son las ideas adelantadas a su tiempo. Tiene un carácter autodidacta, rebelde y de afán por llamar la atención, y promueve la eliminación de barreras: la fraternidad y la libertad individual y colectiva. Es de naturaleza intelectual, pero al contrario que Mercurio, tiene mente de síntesis y no gusta de clasificaciones teóricas, sino que prefiere tener una visión de conjunto; sin embargo, esta manera de pensar le puede llevar a la utopía y a ser enrevesado. En su versión inarmónica, puede llevar a la irresponsabilidad, falta de compromiso y ser esclavo de las modas. Al ser un planeta mental (en contraposición a sentimental), otorga la virtud del desapego, pero esta cualidad puede convertirse en frialdad, anarquía e indisciplina. En oposición a Saturno, que rige sobre lo material, Urano rige sobre lo ideal.

Neptuno es el planeta del misticismo. Es muy complejo y tiene muchos matices, debido a su característica de plasticidad y a su aura de misterio. Al igual que la Luna y Venus, rige el plano emocional, pero a un nivel superior como Urano. La intensidad y la profundidad en la experiencia psíquica puede llevar a las personas influenciadas por Neptuno a seguir cinco caminos:

  1. El camino de la vida espiritual, centrada en la introspección y el recogimiento, en una escala que puede pasar por distintos escalafones, desde el el que comprende su verdadera individualidad y actúa con libertad sintiéndose parte del plan cósmico hasta el supersticioso y usuario de magia negra.
  2. El camino del arte, que puede ser inspirado o desequilibrado, cuando la búsqueda de la estética lleva a la perdición.
  3. El camino del ocio, relacionado con el carácter venusino del planeta, y que rige temas como la hostelería y el turismo.
  4. El camino de la evasión mediante las drogas.
  5. El camino de las prácticas psíquicas inferiores, como los viajes astrales, la magia, las invocaciones, etc.

Aparte de esto, Neptuno rige el amor místico (en oposición al amor material de Venus), y como tal puede llevar a sufrir amores platónicos y desengaños sentimentales. También guarda relación la mentira: fraudes, emboscadas, espionaje, chismorreo, autoengaño. Además, tiene que ver con el subconsciente, la lucha interna por encontrar el equilibrio psíquico, la pasividad externa y el aislamiento; razón por la cual rige los desequilibrios mentales y emocionales y los trastornos de la personalidad.

Plutón es el planeta de la transmutación, y es como una síntesis de Urano y Neptuno. En este planeta la energía sexual se entiende como energía vital que se puede usar para transformar el propio carácter, para mejorar las relaciones de pareja o para desarrollar el instinto pasional. El primer y el tercer aspecto pueden considerarse opuestos: el autocontrol y la autoconciencia que permiten crecer como ser humano, contra la parte más animal de nosotros, que son nuestros instintos. De la autotransformación se puede obtener una gran energía interna que puede proyectarse al exterior, mientras que el predominio de los instintos pueden derivar en brutalidad y violencia. Plutón también tiene que ver con la integración en todos sus niveles: con uno mismo, con la sociedad, con el entorno y con el universo. Como rige los cambios, es el planeta del esoterismo, al que acuden quienes pretenden cambiar radicalmente su vida.

Como hemos dicho, antes del siglo XVIII solo se conocían los primeros siete planetas, pero todo el sistema astrológico se consideraba completo, y con el descubrimiento de Urano, Neptuno y Plutón se han añadido energías de versión más elevada que las que existían, basadas en Mercurio, Venus y Marte, planetas de los cuales se dice que los tres últimos son sus octavas superiores, en analogía con las llamadas octavas en la música, que señalan dos notas iguales pero de distinta altura. De esta manera, la octava superior del intelecto concreto y lógico (Mercurio) es la intuición y mente de síntesis (Urano); la del amor sensual (Venus) es el amor místico (Neptuno); y la de la energía dinámica externa (Marte) es la fuerza interna dirigida a la autotransformación (Plutón). Además, se dice que la influencia de los tres últimos planetas es más generacional que individual, debido a su lento periodo de traslación.

Signos zodiacales

Como se ha dicho, los signos no coinciden con las constelaciones, sino que son doce zonas iguales en las que se divide la carta astral y que pueden ser ocupadas por los planetas.

Cada signo se representa por un símbolo:

zodiaco

En primer lugar, como se puede observar, cada signo tiene su opuesto; por ejemplo, el opuesto de Cáncer es Capricornio. Las fuerzas opuestas se complementan o se oponen.

Al igual que los planetas, pueden ser positivos (extrovertidos, expansivos y centrífugos) o negativos (introvertidos, contractivos y centrípetos).

Sin embargo, la clasificación más importante es la que asigna a cada signo uno de los cuatro elementos. Los cuatro elementos se obtienen de la combinación de dos de las cuatro cualidades (caliente, frío, seco y húmedo), y cada uno guarda un significado simbólico.

  • Fuego: simboliza los ideales, los instintos y la acción; por tanto, proporciona un carácter activo y espontáneo, pero también pasional y colérico.
  • Aire: simboliza el intelecto, la comunicación y la adaptabilidad, pero también sus contrapartidas: el despiste, la frialdad emocional y lo poco práctico.
  • Agua: simboliza las emociones y la receptividad, pero también la susceptibilidad y la pasividad.
  • Tierra: simboliza todo lo relacionado con lo material: el cuerpo físico, el trabajo, el dinero y las necesidades en general; y en su parte negativa la falta de espiritualidad, el apego a lo material (placeres sensuales) y la inflexibilidad.

Otra clasificación se refiere a la cualidad:

  • Cardinal: representa el impulso iniciador, el primer paso hacia la configuración de la naturaleza típica de cada elemento, pero también el riesgo de quedarse en los inicios y no terminar lo que se empieza.
  • Fija: representa la energía en su estado más puro, no tan potente como la cardinal, pero constante. Sin embargo, puede resultar inflexible y falta de iniciativa, y por tanto estancarse.
  • Mutable o común: se le llama mutable por su adaptabilidad, y común porque tiene algo de cardinal y de fija. Busca terminar lo que se empieza, pero también puede resultar en indecisión e inconstancia.

Cada signo posee una combinación única con respecto a las tres clasificaciones (polaridad, elemento y cualidad), y su naturaleza se basa en ella.

Aries (positivo, fuego, cardinal) es el luchador. El impulso inicial en la realización de ideales y satisfacción de los instintos, iniciador de propósitos.

Leo (positivo, fuego, fijo) es el creador activo. La perseverancia en la lucha por un ideal, las ideas fijas, prolongada satisfacción de los instintos; desgaste de la vitalidad.

Sagitario (positivo, fuego, mutable) es el idealista social. El que promulga los ideales y los aplica a cada situación; la moral laxa.

Libra (positivo, aire, cardinal) es el artista conceptual. Concepción de proyectos e ideas abstractas, pero puede entusiasmar a otros con ellas y abandonarlas luego o perseguir objetivos sin reflexión previa.

Acuario (positivo, aire, fijo) es el erudito investigador. Fijeza de conceptos, perseverancia intelectual que da lugar a descubrimientos, demostración de teorías; rechazo de ideas que no son propias.

Géminis (positivo, aire, mutable) es el buscador pensador. Flexibilidad de conceptos, capacidad de poner en duda las propias ideas, pone en práctica las ideas de Libra y las investigaciones de Acuario, hace realidad las ideas y comprensibles las teorías; duda continua, superficialidad, falta de ideas propias.

Cáncer (negativo, agua, cardinal) es el romántico imaginativo. Gran imaginación, iniciador de creaciones artísticas y aventuras románticas, líder de un íntimo grupo de allegados; falta de voluntad para llevar a cabo sus propios proyectos imaginativos.

Escorpio (negativo, agua, fijo) es el profundizador psíquico. Más realista que Cáncer, va al grano, es constante en los afectos y en su inspiración; pero también en los odios y las pasiones, y sufre crisis internas.

Piscis (negativo, agua, mutable) es el místico inspirado. Expresa la imaginación de Cáncer y el psiquismo de Escorpio en forma de arte, pero sabe cuándo bajar a la tierra; puede resultar absorbente cuando busca la seguridad que no tiene por sí mismo, y perder la identidad o aislarse del mundo real.

Capricornio (negativo, tierra, cardinal) es el ejecutivo responsable. Organiza lo material de acuerdo con sus ideas, carga con la responsabilidad, tiene iniciativa en lo económico; puede resultar frío, calculador y egoísta, utilizando a las personas y cargando el trabajo sobre ellas.

Tauro (negativo, tierra, fijo) es el trabajador incansable. Más vital, constante y trabajador que Capricornio, representa el trabajo puro y concreto; demasiado centrado en lo material.

Virgo (negativo, tierra, mutable) es el comerciante racional. Le interesa el fruto del trabajo, es capaz de poner lo material al servicio de los demás; pero también al servicio de sus propios intereses.

Además, los signos reciben las mismas clasificaciones que los planetas, a la que se añade la de mudos (tendencia a la discreción y falta de comunicación) y sonoros (expresividad y comunicación vana):

Aries estéril trabajo físico deportivo
Tauro fértil artístico trabajo físico alegre
Géminis algo fértil intelectual sonoro
Cáncer fértil artístico triste mudo
Leo fértil artístico trabajo físico deportivo alegre
Virgo algo fértil intelectual
Libra algo fértil artístico intelectual alegre sonoro
Escorpio fértil mudo
Sagitario algo fértil deportivo alegre
Capricornio estéril intelectual trabajo físico triste
Acuario algo fértil intelectual deportivo sonoro
Piscis fértil artístico triste mudo

 

Dignidades y debilidades

Lo último que veremos en el capítulo de Astrología serán los planetas en relación con los signos del zodíaco, que producen dignidades y debilidades.

La combinación de un planeta y un signo puede resultar en una dignidad o una debilidad, de cada una de las cuales hay dos tipos. Esto quiere decir que hay al menos cuatro signos importantes para cada planeta, esté o no ocupando su sector; cuando lo ocupa, significa que el planeta en cuestión es especialmente importante, ya sea por ser armónico o inarmónico; y si no ocupa ninguno se dice que es peregrino, pero sigue siendo importante en relación con los signos de sus dignidades y debilidades.

Las dignidades son el domicilio o regencia y la exaltación, mientras que las debilidades son el exilio y la caída. Cuando un planeta está en domicilio o regencia, sus cualidades y las del signo en cuestión entran en armonía y se expresan con más fuerza (ya sean armónicas o inarmónicas); pero si está en exilio, las cualidades del signo se imponen a las del planeta. Por otra parte, un planeta exaltado está ubicado en un signo que tiene cierta afinidad con él y potencia sus cualidades, mientras que si se encuentra en caída, el planeta no puede expresar toda su energía.

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Por ejemplo, Mercurio, planeta del intelecto, está en domicilio en Géminis y Virgo, en exilio en Sagitario y Piscis, exaltado en Escorpio, en caída en Tauro, y peregrino en todos los demás signos.

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